Aviso a los visitantes
26.02.2015 22:46

Con gesto amable me miraba entre las aulagas, se me estremecía el alma y mi manos temblaban sudorosas de tensión; me infundía respeto y ternura y sabía que iba a ser una imagen hermosa para nosotros y nuestros amigos.
Como las celosías del viejo palacio, talladas a mano y sin prisa, abrimos la cortinilla un instante y nos quedó grabada en el recuerdo de nuestra mente y la tarjeta, la bella imagen para siempre. Luego nuestra mirada huye hasta el horizonte y se deja llevar de un punto a otro captando los instantes del atardecer silencioso. Nosotros nos miramos y con una sonrisa nos alejamos del sotobosque hacia la penumbra de la noche.
Venid con nosotros a soñar.